Todos sabemos que el ejercicio es bueno para el cuerpo y el alma: te mantienes más sano, más en forma y más delgado, duermes mejor por la noche y te sientes mejor mentalmente. Pero el ejercicio también tiene un impacto favorable en la función cerebral . Es un factor clave en la prevención de la demencia, el Alzheimer y otras formas de deterioro intelectual.
Los neurólogos de la Clínica Mayo analizaron más de 1600 estudios y estudios sobre la relación entre el movimiento y la función cerebral. Su conclusión es que el ejercicio aeróbico, en el que su ritmo cardíaco aumenta y su cuerpo utiliza más oxígeno, reduce el riesgo de demencia y mantiene el cerebro sano.
El movimiento aeróbico (caminar, caminar, montar en bicicleta, remar, nadar, jugar tenis, etc.) tiene un efecto benéfico bien fundado en el cerebro y su función:
• Un menor riesgo de demencia y deterioro intelectual.
• Mejores puntuaciones en pruebas intelectuales, tanto en ancianos normales como en personas mayores con deterioro intelectual
• Una mejor conexión entre las células nerviosas en el cerebro, mejor transferencia de señal
• Un volumen cerebral más grande, tanto de la corteza como del hipocampo, que juega un papel importante en la memoria.
• Una mejor memoria y capacidad de aprendizaje.
• Mejor plasticidad de las células nerviosas, mejor estructura y función nerviosa.
• Incrementando los llamados factores neurotróficos, que aseguran el crecimiento de las células nerviosas.
• Más producción de nuevas células cerebrales.
Veinte minutos al día para hacer esfuerzos moderados, según los investigadores, marcaría una diferencia significativa. Eso es perfectamente factible para la mayoría de las personas. No tienes que ir a correr todos los días. Jugar con sus hijos en el jardín, bailar o pasear con el perro también hace que su corazón se acelere. Caminar por el pasto, limpiar la nieve, rastrillar las hojas, aspirar y otras actividades diarias que lo hacen sudar son un buen comienzo para las personas que tienen poco tiempo o desean hacer ejercicio. Cualquiera que no esté en forma, puede remar o nadar, o hacer ejercicios en los que solo se carga la parte superior del cuerpo.
Referencia
Ahlskog JE, Geda YE, Graff-Radford NR, Petersen RC. El ejercicio físico como tratamiento preventivo o modificador de la enfermedad o demencia y envejecimiento cerebral. Mayo Clin Proc. 2011 Sep; 86 (9): 876-84.
Deja un comentario